Consejos para mantener una piel radiante de forma natural

Una piel sana y hermosa requiere un cuidado diario, así como una rutina de belleza ideada para aportar nutrientes y eliminar impurezas. En el mercado existen numerosos productos específicamente diseñados para lograr el mejor aspecto de la piel los cuales prometen un rejuvenecimiento rápido, una mayor luminosidad o una hidratación profunda para combatir las arrugas.

Sin embargo, estos productos, en ocasiones vendidos a precios desorbitados, cuentan con componentes de formulación química que pueden resultar agresivos para algunos tipos de piel además de no ser respetuosos con el medio ambiente por sus compuestos sintéticos derivados del petróleo.

Lo cierto es que la naturaleza nos ofrece todo lo que nuestro organismo necesita y, tanto los nutrientes necesarios para la piel como las fórmulas para deshacernos de las células muertas o la suciedad y grasa acumuladas a lo largo del día, los podemos encontrar en productos naturales de uso cotidiano que todos tenemos en casa.

La alimentación sana y equilibrada es la base principal sobre la que asentar el objetivo de una piel radiante. En este sentido es importante evitar el exceso de grasas y azúcares refinadas, así como las comidas precocinadas. En su lugar es interesante la introducción de numerosas y variadas frutas y verduras en la dieta, así como con una correcta hidratación que incluya agua, leche, zumos y bebidas diuréticas como el Café verde con jengibre Sadiet evitando el exceso de refrescos azucarados.

Sin embargo, para conseguir el mejor aspecto para la piel también es fundamental contar con una rutina de limpieza adecuada que, sin embargo, no requiere productos caros o de difícil adquisición. La clave principal está en lavar la cara dos veces al día con jabón y agua abundante, secar con una toalla limpia y, posteriormente, aplicar una crema hidratante no grasa para evitar la sequedad y descamación de la piel.

Una o dos veces a la semana se recomienda hacer una limpieza más profunda con un exfoliante natural que elimine las células muertas evitando que la suciedad y la grasa se acumulen en los poros. El exfoliante se puede fabricar de forma sencilla en casa utilizando productos cotidianos.

Con cuatro cucharadas de posos de café verde y dos cucharadas de aceite de oliva virgen se consigue un exfoliante natural muy efectivo. A las propiedades nutritivas y humectantes del aceite se une la capacidad abrasiva del café verde para conseguir un resultado espectacular. Solo hay que aplicar sobre la piel limpia con un suave masaje y aclarar con agua tibia.