5 consejos para que tu ayuno intermitente te ayude a adelgazar
A la hora de perder peso muchas personas se han sumado a practicar el conocido ayuno intermitente. Es cierto que son muchas sus ventajas y beneficios, pero si se realizada erróneamente no servirá para nada y no conseguiremos los resultados deseados. Toma nota de estos cinco consejos para que tu ayuno intermitente te ayude a adelgazar efectivamente.
Primordial. Si es tu primera vez y no sabes por donde empezar pide ayuda a un profesional.
No hagas bestialidades. Infórmate, conoce otras experiencias y si es necesario consulta a un nutricionista o especialista en el campo. Todas las personas responden de manera diferente al ayuno y si buscas perder peso correctamente a través del ayuno es imprescindible que estés bien informado para no descuidar tu salud.
Planifícalo en función a tu rutina diaria
Un buen ayuno intermitente se tiene que fijar teniendo en cuenta nuestros horarios (trabajo, familia…) Esto nos facilitará mucho la puesta en marcha del ayuno. Si estamos ocupados es preferible durante ese tiempo no ingerir alimentos y aprovechar para ayunar.
Come alimentos de calidad
De nada nos servirá el ayuno intermitente si durante la ingesta comemos mal (comida procesada, azúcares, bollería industrial, etc.) Es crucial apostar por una alimentación sana siempre y, probablemente, si ayunamos parte del día aún más.
Prioriza alimentos naturales y frescos.
Fundamental. Hidratación
Durante el tiempo de ayuno es fundamental ingerir líquidos acalóricos (agua, infusiones sin azúcar como el café verde y bebidas en general sin azúcares ni alcohol) Nos ayudará a hidratarnos y a mejorar el funcionamiento metabólico.
Si haces algo de ejercicio ¡YA, todo irá sobre ruedas!
Para perder peso es fundamental dejar de lado la vida sedentaria y practicar cierta actividad física regular. El ejercicio nos ayudará a reducir los niveles de ansiedad y mejorará el autocontrol que se necesita para que el ayuno intermitente sea exitoso. ¡Ojo! No hay que matarse en el gimnasio, pero si adaptar ejercicios y actividades específicas según las condiciones de tu cuerpo (yoga, pilates, salir a correr, nadar… ¡lo que más fácil te resulte! ¡A moverse!)